Que tranquila que me siento un sabado a la noche antes de salir en Londres. The pains of being pure at heart hacen un dj set en mi preferida Scared to dance. Me preparo rápido para salir, saco una cerveza fria de la heladera, y veo, en el balcón que empieza a llover. Abro la cerveza, espero un poquito, y cuando para, salgo a la calle. Con solo lo necesario en los bolsillos y una camperita de cuero falso que solo evita que si vuelven a caer algunas gotas, no lo hagan sobre mi piel.
Justo antes de subir al colectivo vuelve a llover. Pero nadie se comporta distinto. Nada pasa. La lluvia cubre las ventanas de gotas y yo escucho The Pains en mis auriculares. Solo puedo pensar en el sótano al que estoy yendo y tal vez comer un bagel de atún en el camino. La música ahí se escuchará más fuerte, y ese es mi mundo, al menos un rato ahí, cantar y bailar con extraños, después mañana a trabajar de nuevo.
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Mientras esperaba el colectivo de vuelta a casa, un chico pasó por al lado mío y me dice "you look great". Siguió caminando como sin poder evitar el envión que había tomado segundos antes, pero ante mi respuesta, paró, volvió los centímetros que se había alejado de mí y se sentó conmigo en la parada. Me preguntó por el rayo en la rodilla y cuando le hablé de Patti me dijo que él amaba así a Bjork y me mostró un pequeño tatuaje en su nuca. Me dijo que hacía pocos días había ido a verla a Manchester y que para generar una conección especial con ella en medio de tanta gente, armó un bouquet que constaba de unos 40 globos y los liberó hacia el ecenario en la canción indicada. Él pudo ver como ella miraba los globos y sus ojos se cruzaron en un momento también. Antes del show mucha gente había pasado a su lado mientras él inflaba los globos y armaba el ramo sentado en el pasto.
Tenía la piel de un niño. Tenía la piel brillante. Tenía la piel de un niño brillante. Los ojos pequeños y una voz grave y dulce. Un inglés claro y practicado pero jamás local. Lo envolvía un aura de autenticidad. Estaba vestido de una forma muy simple, demasiado simple para los 16 años que lleva en Londres. Trabaja con madera pero es un loco de la música y participó de una de las primeras bandas de hip hop que dió Letonia. Pero considera que ése es un país con poco potencial y no puede volver. Todos sus amigos ya se volvieron. Todos sus amigos le preguntan cuando él va a volver. Y él solo puede decir la verdad. Lo que realmente piensa. Y es duro a veces expresarlo, pero es sincero...
Ya pasaron 5 243s pero si había algo de esta noche que valiera la pena, era estar acá charlando con éste extraño de Londres que hace 6 años se mudó a Stoke Newington. Riéndose como aliviado después de un gran susto, dijo "vine a tiempo. Todavía vivo en un lugar barato y bueno".
Cuando le dije que enrealidad había pasado gran parte de la noche caminando sola me dijo que él también hace eso. Que observa a la gente. Que observar a la gente es adictivo y tan tan interesante. Me habló de sus viajes a Kyoto, y de la sensación de querer cerrar los ojos por 2 semanas y no poder asimilar nada nuevo por un tiempo. Descansar de la sensibilidad.
Mientras lo escuchaba le miraba la cara hermosa y no podía dejar de pensar en lo que vale la pena salir de la casa y abrirse a Londres. Es abrirse al mundo, es abrirse a los seres humanos. Abrirse a la noche como a las caras de Cozarinsky, esas caras que inspiran poesía, que son semillas de arte, y que son la vista de mi paraíso. Cuando en Bariloche miraba las montañas cada mañana. Acá les miro los ojos a mis extraños y los escucho hablar.
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Dos días atrás estaba volviendo a casa en colectivo sentada en los asientos del fondo. yo del lado de la ventanilla. Al lado mío un chico lleno de tatuajes. Del otro lado un chico tomando una "desperados" mirándole los tatuajes al chico del medio.
-Eso es Pokemon?- le preguntó señalándole el brazo. El chico de los tatuajes le contestó como si hubiera recibido esa pregunta ya muchas veces.
-No, es Led Zeppelin.-
Yo me reí. Los dos me miraron. Les dije que a mí siempre me preguntaban si mi rayo era por Harry Potter... El chico de los tatuajes me mostró que en el mismo brazo, tenía un retrato de John Lennon, y me dijo:
-a mí me dicen que éste es Harry Potter- Y mientras me hablaba, el otro chico sacó su celular, le sacó una foto al extraño y le peguntó:
-qué era realmente el tatuaje de Pokemon?-
-Led Zeppelin- le volvió a decir el chico, mientras él publicaba la foto en alguna red social, riéndose solo mirando su celular.

El chico de la desperados se bajó y nosotros dos nos quedamos hablando de tatuajes y de música. Cuando casi llegamos a su parada, dijo:
-yo me bajo acá, pero tomamos algo en este pub?- y señaló hacia afuera mostrándome un viejo pub que se veía por la ventanilla. Dije que sí sin pensarlo. Corrimos hacia abajo y salimos juntos. En la cola del pub le pregunté el nombre antes de que pidiéramos dos cervezas heladas. Simone, se llama. Era un día de verano, y ya eran más de las 8 de la noche, pero un sol intenso todavía ameritaba tomar las cervezas frías en el jardín.

De los tatuajes pasamos a perder seres queridos, a hablar del cáncer y de la muerte, del amor, de la vida, de extrañar.
El es peluquero y trabaja en una peluquería de Shoreditch. Me preguntó si me cortaba yo misma el flequillo y riéndome le dije que sí. (se nota?)
También notó mi trenza y la pluma tornazolada al final. Me dijo que le gusta mi estilo.
Hablamos más, de casas compartidas, de amigos internacionales, de experiencias lejos del hogar, de niños, de la familia, y de la locura de bajarse de un colectivo con un extraño y tomar algo en un pub.

Lindo Londres lleno de extraños locos.

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En el trabajo a veces me aburro, entonces, mientras estaba ahí parada sin hacer nada, Eduardo, un brasilero de 40ypico, se paró al lado mío sin hacer nada tampoco... El es callado y tranquilo, entonces yo empecé a hablar...
Le dije algo como:
-sabés que yo tengo como una teoría de que los brasileros abrazan de una forma particular? Como que cierran los ojos por un momento cuando se abrazan, cierran los ojos, siempre, lo vi. Se abrazan sin moverse mucho, se aprietan, cierran los ojos, y después se separan y sonríen. Son abrazos muy genuinos, no todo el mundo abraza así. El otro día mi novio me dijo "te quiero abrazar como un brasilero". No te parece que es algo hermoso para decir? Además me parece hermoso que alguien que nunca estuvo en Brasil, tenga ese concepto ahora, porque lo escuchó, que los brasileros abrazan de forma especial, entonces ahora cuando me dice que me quiere abrazar de forma genuina, diga "como un brasilero"...
Yo estaba hablando mirando para todos lados, también atenta por si de golpe llegaba alguien y había que trabajar. Y cuando volví a mirarlo a Eduardo, estaba llorando.
Tenía la cara colorada, porque se estaba resfregando los ojos, y cuando lo ví, le pregunté si estaba bien, y lloró más todavía.
Me dijo "es que me hiciste pensar en mi familia" y lloró.
Después de eso me abrazó. Y ahora, cada mañana cuando llego al trabajo, Eduardo me abraza fuerte.