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lunes, 8 de junio de 2015

Tengo tanto para decir sobre el día de ayer, que preveo que voy a quedarme quieta, muda, e inútil como anoche mientras me despedía de Maija con un largo abrazo, dándome vuelta y empezando a caminar por la vereda desierta, pero yo, desilucionada...
Supongo que debo aprender de mí misma, que mi mayor fracaso está en no saber expresar con totalidad, lo que siento. De ser así sería la mejor escritora y la mejor fotógarfa del mundo.
Cualquiera, al ver una foto sacada por mí, lloraría de belleza.
Pero no, no pasa eso, y bueno, tendré que vivir con mi fracaso.
Pero al menos, yo recuerdo, a Agne cerrrando los ojos mientras Patti Smith comenzaba a recitar las palabras que abren "Land". Al menos yo puedo ver ese recuerdo en mi mente, y llorar de belleza.

Cuando salí del trabajo a eso de las 2 de la tarde caminé en búsqueda de un cyber café para imprimir mi entrada al festival Field Day.
La impresora del laburo no funcionaba así que me ví obligada a buscar otra solución. Por suerte pude salir antes de lo planeado y tuve tiempo para buscar dónde imprimir.
La búsqueda me llevó sin querer al mercado de flores de Columbia. Estaba en el punto medio entre Old Street (donde trabajo) y Victoria Park (donde era el festival). Logré imprimir mi ticket y decidí llegar al festival caminando. El mercado era increíble. Las calles desbordaban de gente y de flores y el sol tan intenso de ese día, hacía que todo se viera más mágico y más hermoso. Caminaba rápido para llegar cuanto antes al festival, pero no podía creer que estaba por primera vez en uno de esos lugares turísticos de la ciudad donde vivo, y yo pasaba rápidamente por ahí para seguir con mi día... Había músicos sentados en la vereda, un chico tocaba el arpa, y más adelante otro, el bandoneon. Me sentía como en París. Sentía que estaba atravesando París para llegar a Victoria Park.
Me compré una cerveza en un off licence y continué por el mercado, tomando la cerveza por la calle, muriéndome de calor como si fuera verano en Buenos Aires.
Cuando ya estuve cerca del predio, me sentí aún más en la ciudad porteña. Mucha gente confluía desde distintos puntos del parque y se dirigían a la entrada de Field Day mientras que de fondo se podía escuchar la música proveniente de los distintos escenarios.
Recuerdo amigos bordeando los estadios, caminando rápido por el entusiasmo, y esa música de fondo imborrable, indeleble, esa música de fondo que por siempre te traslada. Te traslada a ese sentimiento único.
Era la primera vez que iba a un festival en Londres. Fui al Glastonbury ya, pero es muy distinto. Hay que VIAJAR para ir al Glastonbury, y cuando estás llegando todavía no hay música, y el micro te deja adentro del predio, así que no ves gente caminando en tu misma dirección, es completamente distinto. (Igual cuando pienso en esas esperas a la madrugada para que salgan los micros, cientos de chicos durmiendo en el piso haciendo ya uso de sus bolsas de dormir, el quilombo y la ansiedad en la estación, no puedo creer que en dos semanas voy a ir al Glastonbury otra vez).
Patrick me llamó al celular para ver dónde estaba, y yo le dije que iba a entrar pronto pero que también tenía que encontrar a Maija. Me dijo "estamos todos juntos, cerca del escenario principal" (o algo así muy distinto a eso pero dijo eso mismo.) Me puso contenta su llamada. Maija no sabía que Patrick iba porque él lo había decido hacía muy poco y no la había visto a Maija después de comprar su ticket. Me pareció lindo que se contactaran y que se encontraran, además en esos últimos pasos hacia su encuentro, supe que le iba a ver la cara a los dosal mismo tiempo. Caminé intuitivamente hacia lo que supuse que era el escenario principal. Noté que Field Day era una versión más pequeña de Glastonbury, tal vez lo son todos los festivales en Inglaterra. Los puestos de comida coloridos y vistosos, la gente sentada en pasto, las flores en la cabeza y los pelos de colores de las chicas, los vestidos veraniegos y las latas de cerveza. Los vi a Maija, Patrick, Alex y su hermana parados cerca de los baños. Los saludé desde lejos.
Todo era pura felicidad y verano.

Compramos algo para tomar y fuimos a ver Viet Cong. Cada vez que lo veo a Patrick con su remera de Sonic Youth, recuerdo la primera vez que vino a mi cuarto. Miraba todo a su alrededor. mis libros, mis cuadritos, mis cámaras, mis vinilos, mis platas, mis postales, mis lucecitas. Todo le parecía genial y tenía una expresión de curiosidad clavada en su cara.
Nos acostamos y nos abrazamos bajo el sol que en etraba por el techo. Todavía era el final del invierno pero esa tarde hacía calor y había olor a verano.
Maija estaba tornasolada. Violetas y verdes en el pelo (hace tiempo que se aburrió de su pelo rubio y lo viene tiñendo de distintos colores, cada vez que la veo, uno o varios, distintos) y tenía un vestido violeta con dibujos verdes y azules. También tenía unos lentes de sol redondos con marco estampado violeta. Alex es una de las amigas más dulces de Patrick. Cuando la conocí, hace 2 semanas, me abrazó con mucho cariño y me dijo que había escuchado mucho sobre mí y que tenía muchas ganas de conocerme. Tiene esa forma cálida y dulce de los ingleses más lindos y educados. Esa misma dulzura que tiene Patrick con extraños, pero ella tiene una especial belleza femenina. Arianna, su hermana, es una versión de Alex, 15 meses menor.

Después de Viet Cong volvimos al escenario principal para ver a Mac Demarco. Qué gracioso es. Y lo genial es que los demás de la banda son tan graciosos como él...
Había un par de idiotas cerca nuestro, tirando pedazos de sandía al escenario. Uno de esos pedazos alcanzó la cara del guitarrista, y lo volteó como una trompada. Mac siguió cantando pero se acercó a él para hacerle un mimo en la cara que ahora chorreaba de jugo rosado. desbordaban una onda veraniega y divertida. La gente estaba muy entusiasmada, y cantaban las canciones bailando despacito y con los brazos en el aire. Un fenómeno que no había presenciado nunca, es cómo la gente canta las guitarras en sus canciones. Parece algo intuitivo. Hay melodías muy agudas en la canciones y la gente las canta, como los argentinos hacemos "ohhh ohhh" con Mac Demarco la gente las tararea en tonos muy altos como imitando los sonidos.
Maija se moría de risa y lo miraba con ternura como si se tratara de un chico haciendo payasadas.
La gente tenía cámaras analógicas. No había muchos sacando fotos o filmando con sus celulares. Había más cámaras descartables que celulares, lo que me hizo sonreír.
La gente acá relaciona a los festivales con el verano y volver en el tiempo.
Cuando Mac Demarco se tiró al público para hacer crowd surfing, la gente alzaba sus cámaras descartables y esperaban a que estuviera lo suficientemente cerca como para capturar el momento en película. Que cosa linda.

Después vino Patti.
El show empezó con Gloria. En 5 minutos la gente ya estaba saltando y cantando. Patti se derretía bajo el sol. Tenía puesto una camisa blanca, un chaleco negro y un saco de pana negro. Lo cual me pareció mucho. Para equilibrar con el verano, llevaba lentes de sol.
No voy a decir nada de lo que se pueda encontrar en una reseña. A menos que los cronistas nos hayan visto a nosotras llorando y hayan escrito sobre eso...
Agne estaba tranquila y casi siempre que la miré, con los ojos cerrados. No lo podía creer.
Ella leyó Just Kids durante un tiempo en el que no tenía laburo. Vivíamos juntas en Beckton y yo sólo tenía la copia que había empezado a usar como diario, escribiendo en las hojas con letrá minúscula en lápiz negro. Se lo presté para que lo leyera en la casa, y le pedí que lo cuidara mucho porque ese libro, y esa copia significaba mucho para mí. Era la primera edición en inglés y Nico lo había encontrado en un local de libros de segunda mano en París. En la primera hoja había una dedicatoria en inglés. y ahora también estaba la dedicatoria que él escribió para mí.
En la tapa, la foto de Patti y Robert en Coney Island.
Al leerlo, Agne quedó enamorada e inspirada. Ahora no sabe qué leer porque teme que ningún libro le vuelva a producir eso.
Ya la ví a Patti varias veces, y aunque cada una de esas veces fue significativa por alguna razón, volverla a ver esta vez, significaba más por la compañía que por la impresión de estar frente a ella.
Fue lindo ver como Agne y Maija la veían por primera vez.

Cuando sonó Birdland, Maija estaba azul, balanceándose en su lugar en silencio y con calma. Estaba parada delante mío, con la cabeza levantada lo más alto posible para ver mejor. La abracé y apoyé mi cabeza en su hombro. Me tomó de la mando y apoyó su cabeza sobre la mía. escuché "his father died" claramente. Y lo que sigue de la canción. Lo escuché mirando el pelo tornasolado de Maija debajo de mis cachetes. Además de abrazarnos nos tocábamos las manos, porque es muy fuerte la certeza de poder tocarse. Y con Maija, podemos tocarnos. No necesitaba con urgencia verla a Patti sobre el escenario, pero que Maija sepa lo que significaba para mí estar ahí con ella, era de vida o muerte.

Patti me cambió la vida. No es una exageración. Después de leer Just Kids tomé una desición que me cambió la vida por completo y hay veces, cómo ésta, que me dicen que valió la pena.
Dos años de una nueva vida, y me encuentro en un momento en que, ciertas personas bellas por demás, colman mi vida, y comparten conmigo algunas pasiones. No puedo pedir nada más, teniendo a estos ángeles de mi lado.

Cuando terminó la canción Maija me miró. Tenía los ojos azules colorados de lágrimas. y los cachetes colorados del sol. Patti sonreía al terminar cada canción.

Cuando no las abrazaba las chicas, Patrick me apretaba la cintura y me besaba el pelo. A veces observaba el show con su pera apoyada en mi cabeza. Me rodeaba con los brazos y me acariciaba los dedos de las manos, y me secaba las lágrimas. Cuando empezó Kimberly mi mundo se achicó. Me desbordó la noción de estar ahí, estar viva, cumplir sueños, amar tanto. Patrick supo que esperaba esa canción y me abrazó más fuerte cuando escuchó el primer acorde. Me sentí muy halagada porque ellos estuvieran pendientes de como yo vivía el recital. Pensar que lo más genial de todo, fue su presencia.

Cuando comenzó Land, Agne cerró los ojos y la escuchó a Patti recitar el poema. Tenía las manos juntas cerca de la cara, como si estuviera rezando. Me miró y me sonrió. Me dijo que no lo podía creer. La abracé.

Pronto estábamos saltando y cantando al unísono "horses, horses, horses". La gente saltaba con alegría. La aplaudían y la saludaban con mucho amor. Patti tiene el pelo gris, igual que Lenny Kaye, pero no se le ve la edad. Ella no hace nada para disimularla, pero es realmente imposible ver sus 70 años. Por al energía tal vez. Por ser tan real, me gusta pensar. Sus ideas más importantes no han cambiado desde sus 20 años. Muchos dicen que cuando creces dejás de creer ciertas cosas que defendes durante tu juventud, pero ella sigue cantando "People Have The Power" con la misma intensidad y sus palabras tienen el mismo peso y la misma importancia de siempre.
Patti parece inmortal e inmune al tiempo. No solo porque no parece envejecer, sino además porque no parece perder la pasión con los años, aunque hace 40 que escribió esas canciones y comenzó a interpretarlas sobre el escenario. Pero cada vez que ella las canta, parece estar improvisando una frase nueva, una melodía innovadora, un mensaje revolucionario.

Cuando comenzó "Elegie", Patti dijo que iba a cantar la canción en honor a grandes y amados amigos que ya se han ido. Comenzó a nombrar: Jim Morrison, Jimi Hendrix, Fred Sonic Smith, Robert Mapplethorpe... La canción, tan suave y tan dulce, nos abrumó. Maija, Agne y yo llorábamos sonriendo y abrazándonos. Patti pidió que sigamos nombrando a quien quisiéramos dedicarle la canción. Alguien desde el público gritó Ian Curtis. Yo pensé en Allen Ginsberg.
Me acerqué a Maija y le dije "vos sos tan genial como Patti Smith, Jim Morrison, Jimi Hendrix y todos ellos"

Cuando terminó el concierto Maija se dio vuelta y me abrazó. Fuerte y quieta. La gente comenzó a irse y nosotras nos quedamos paradas abrazadas escuchándonos los corazones latir. Sin siquiera ese movimiento de lado a lado típico de los abrazos largos. Nada. Solo silencio y abrazarnos. Con Maija todo llega a un extremo de libertad. Sentí que hasta ese movimiento es para disimular una leve incomodidad, y que solo con Maija he llegado a ese nivel de abrazo puro y expresivo y significativo. Cuando abrazo a Maija no hay un tiempo que "debe" durar ni una excusa que "debe" justificarlo. Con Maija (entre nosotras) no hace falta nada.

Después salimos del escenario y Agne me abrazó y me dijo "I love you to pieces". Intentó explicar por qué haber estado ahí conmigo, había sido tan importante. Me siento muy acompañada en este fracaso por mis hermosas amigas.

Después de ir al baño y comprar unas cervezas nos fuimos a ver a Savages.
Sonaban bien. Cada vez más intenso y conciso su sonido, pero hubo algo que no me convencía.
Más tarde en la afterparty que habían organizado, entendí qué era eso que no me gustaba del todo.
El show fue bastante espectacular y apasionado. Pero Jenny Beth es ya (a diferencia de cuando empezaron) toda una entretenedora. A Patrick no le gustaba. Yo intenté convencerlo de que eran reales, y que les diera una oportunidad. Aceptó, pero él solo podía ver el "show" y yo también pude verlo.

Cuando terminó Savages fuimos a comer algo. El sol terminó de desaparecer alrededor de las 10, y a esa hora ya hacía mucho frío. Nos sentamos en unas mesas cerca de los árboles a comer. Después nos fuimos lentamente. Tuvimos que sentarnos en el pasto un rato más para que Agne terminara su cerveza porque no podíamos salir del predio con alcohol.
Que bueno que no podíamos salir del predio con alcohol y que Agne todavía tenía cerveza, porque ese moento, sentados en el pasto, con la ultima banda todavía sonando a lo lejos, fue hermoso.

Agne se tenía que ir porque al tro día trabajaba, y cuando se despidió de Maija, ella le dijo sonriendo "nos vemos pronto" y se quedó en silencio mirándola, sin esperar nada pero yo supe al escucharla que no lo había dicho como un saludo, le estaba pidiendo que se volvieran a ver pronto, de verdad.

Patrick conocía el camino hacia donde se hacía la fiesta de Savages y nos guió. Dobló en una esquina completamente oscura y dijo "un atajo". Bajamos unas escaleras de piedra y caminamos bordeando el canal. No había luz más que la que salía de los botes. Era la primera vez que podía ver cómo eran adentro, porque de día no se nota. El canal estaba estático y hermoso. Hacía frío, y el cielo aún un poco azul, se reflejaba en el agua. Pasamos por al lado de unos hippies que tomaban vino tapados con frazadas sentados en el techo de un bote, Soñamos con alquilar uno durante el verano. Patrick dijo que podríamos salir de la ciudad, y pasar un fin de semana en el campo. Que no se necesita ningún tipo de licencia para manejarlos.

Cuando llegamos a la fiesta Maija y yo teníamos entradas pero Patrick quiso comprar una en la puerta. Ya en ese momento nos trataron de una forma rara. Le dijeron a Patrick que el precio era £6 pero que si quería colaborar más con la causa (el dinero que recausaban se iba a donar) podía hacerlo.
No había nadie en el lugar, bueno, muy poca gente. Parecía que habíamos llegado muy temprano. Era una casa, y había varios cuartos en los que la gente se había esparcido. En uno de esos cuartos había un bar, y en otro, una dj pasando una música demasiado tranquilar para ser una "afterparty".

Todos los presentes estaban vestidos a tono con el hecho de estar en una fiesta organizada por una banda "cool". Lo que intenté ignorar mientras Savages tocaba, lo ví en la fiesta claramente. Todo era un show.
Estaba la bajista de Savages hablando con un chico que tenía el peinado de Johnny Bravo, una campera de cuero y un pin que decía "I am here" como la canción.
Mucha gente recorría los pasillos de la casa, esperando que empezara la acción tal vez, y no dejaba de entrar gente lookeada que volvía del festival.
La música no mejoró y el ambiente menos.
No nos molestaba pero Patrick me dijo algo (negativo para la situación pero realmente hermoso) "qué distinto que era el ambiente el otro día en Hackney cuando vimos a Sauna Youth".
Y era cierto.
Ese día toda la gente a nuestro alrededor era agradable y bella por naturaleza, y nadie estaba ahí para mostrarse, sino en búsqueda de algo. De música, o de compañía, pero era un intercambio y no un desfile de egos.
Sentí que el día había terminado. Que era suficiente. Que era perfecto. Nos vamos? le dije a Maija que estaba sentada en una silla a punto de dormirse.
No necesitamos esto.
Cuanta suerte tengo de haberlo conocido a Patrick. No es solo una persona interesante con la que puedo compartir intereses (podría haber sido solamente eso cuando lo conocí) pero resultó ser una de las personas más genuinas que conocí en mi vida. Me doy cuenta que lo único que nos importa a nosotros, es lo real.

"Suerte" no por azar sino porque la expresión "I'm so lucky you found me" es muy linda.
No necesito saber por qué pasa ni cuál es la causa para este efecto, pero qué suerte tengo de tener a estas personas en mi vida.

Me siento afortunada.
Fui muy sincera cuando al salir del recital de Patti Smith, Patrick pasó un brazo por mis hombros y mientras caminábamos entre la gente, con un atardecer naranja lavado por el calor intenso de todo el día, le dije "I feel so loved right now" y él contestó "you are".


Patrick se bajó del colectivo y solo quedamos Maija y yo. En su parada bajamos las dos, y nos despedimos. Sentíamos la necesidad de decir algo, pero era imposible. en nuestras cabezas nada alcanzaba, nada era suficiente para exteriorizarlo.
Nos abrazamos largo rato. No quise perder la oportunidad así que le dije que lo que amaba de Patti es que ella era REAL. Que nunca había dejado de pensar en ciertas cosas importantes que pensaba en su juventud y que siempre que decía o hacía algo lo hacía con esa pura integridad. Y que eso mismo yo amaba de ella (Maija). Que para mí ella era real, desde el momento en que la conocí, supe que era REAL y que la admiro y la amo por eso.

Me dijo que nunca nadie le había dicho algo tan lindo. Después me dijo "Prometeme que no me vas a dejar nunca"

"Te lo prometo" le dije.





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