Después de Quaglino´s fuimos con Maija a The Lexington. Club 27/11, una fiesta que hacen el último sábado de cada mes o algo así... Lo primero que hicimos fue sentarnos a tomar una cerveza. Después de 8 horas caminando en tacos, poder sentarnos es la gloria para nosotras. Mientras la mayría de la gente bailaba nosotras solo charlábamos y observávamos a los demás. Maija dijo que podía absorver todo lo que veía.
Habíamos estado hablando de la gente que vive en la calle (conocí una chica de 17 años que está hace 6 meses en la calle, y me sentí tan lejana a ella que me siento incapaz de ayudarla). Después de profundas reflexiones nos quedamos en silencio hasta llegar al pub. Una vez ahí el tema de conversación se fue a la poesía. Le dije que a ella le encantaría Ginsberg. Que ahora que estoy leyendo sus primeros diarios, me sorprende como a los 11 años tenía tanto interés en la política. Es increíble lo coherente que fue en toda su vida. La disciplina que desarrolló por sus prioridades (el activismo y la escritura). Le dije que a ella le gustaría por razones distintas por las que me gusta a mí. Yo amo su bondad pura y dulce. A ella le interesaría su inteligencia, su revolución, su curiosidad.
Me contó que alguien le contó a ella una historia sobre una chica escribiendo un poema. Que ella sentía que el poema estaba a punto de escapársele de las manos y finalmente logró escribirlo, pero el resultado fue de atrás para adelante. Como si hubiera alcanzado a agarrar el poema de la cola. Como si éste fuera un pájaro o un globo. Maija movía las manos en el aire como si delicadamente agarrara las palabras y puediera capturar el poema que intenta escaparse. Recordé que esa tarde, cuando caminaba por Shoreditch, leí en algún cartel escrito en tiza blaca, una frase que decía algo como que no somos capaces de crear nada de la nada. Simplemente nos encontramos con cosas que ya existen. Una persona se encuentra con un poema, no lo crea. También le conté cómo Allen describe a la poesía, "Poetry is that time of night, lying in bed, thinking what you really think, making the private world public, that's what the poet does". Le dije que desde que leí esa frase, intento levantarme de la cama cada vez que tengo esa sensación, para poder escribir el poema que se está formando en mi cabeza. Hace poco Dean me preguntó qué es lo que tanto me gusta de los beats. Y es eso, creo que no supe explicárselo con tanta claridad como lo vi con Maija en esta conversación. Su urgencia de captar algo real. Algo que surge de adentro y es de una forma. Tal vez no estén creando algo. Más bien capturando algo que de no sentarse a escribir en el momento exacto, se escapa en el tiempo.
Mientras mirábamos a la gente pasar, Maija señala con los ojos hacia atrás mío y dice "Fat Allen Ginsberg". No entendía qué quería decir y me marcó con los ojos que volviera a mirar. Un hombre sentado algunas personas más allá era igualito a Allen Ginsberg pero más gordo.
Después bailamos, y tomamos más cerveza. Y charlamos con gente desconocida, y la conversación fue siempre y cada vez más o menos parecida. De dónde son? / de Letonia y de Argentina / y dónde trabajan? / y por qué tienen acento americano?... Ahora cada vez que alguien nos pregunta de dónde somos Maija se limita a revolear los ojos y yo digo "de Londres". La primera vez Maija me miró como sorprendida. Y yo le dije "es la forma más fácil de evitar todo lo que sigue". Ahora cuando digo que somos de Londres, Maija asiente siempre a punto de reírse de la cara del receptor, quien entiende la indirecta. Somos unas ortivas.
Y bailamos juntas, y algunas veces nos dicen que somos novias. Y todo el tiempo nos abrazamos y nos decimos que nos queremos.
Por momentos yo me daba cuenta que aunque yo bailaba como loca Maija solamente estaba quieta. Pero no había ni un poco de incomodidad. Ni por que yo estuviera bailando en mi mundo, ni por que Maija estuviera aislada en el suyo. Pero en un momento se me quedó mirando, con una media sonrisa en la cara, y me miraba directo a los ojos y le pregunté en qué pensaba. Me dijo "me hacés acordar tanto a Patti" (está en medio de la lectura de Just Kids). Yo me reí y le dije "gracias" como si hubiera sido un piropo.
Siguió mirando a su alrededor y en un momento me dijo que estaba intentando recordar todo lo que la rodeaba para poder escribirlo despues. Le dije que podía escribir en ese momento si quería, pero se nego.
No pasó mucho tiempo, hasta que me volvió a mirar como cuando uno mira algo hermoso, y me abrazó y me dijo que necesitaba escribir. Agarró su bolso y salió corriendo a la calle. Yo agarre el resto de nuestras cosas y la seguí hacia afuera. Me quede con mi cartera y su sombrero en la mano, sentadita al lado de Maija en silencio, mientras ella escribía en su cuaderno. Escribía rápido, líneas cortitas, una abajo de la otra, dejando un márgen perfecto a la izquierda del texto sobre la hoja marfil lisa.
Cuando terminó me miró sonriendo y me lo leyó.
Era un poema hermoso, simple y honesto. Que había surgido de observarnos a todos, y de ese momento exacto, tan pasajero que casi lo escribe de atrás para adelante pero no. Corrió a la calle y lo captó. Y yo la veía tan inspirada y feliz. Inspirada = felíz.
Leía como un poeta beat.
Yo llore. Y ella despues escribió otro.
Y volvimos adentro y bailamos. Y despues nos fuimos a comer un kebab a Angel. Y volvimos en el 73 cuando el cielo ya se encendía de azul verdoso entre las nubes y ya no había más estrellas.
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