El dolor de la soledad la culpa la injusticia la irresponsabilidad la pérdida de la juventud, de la inocencia. Solo espero que el Universo sabio se encargue de llevar todas estas almas a nuevos caminos de azulidad y que nuestro futuro, el de nuestra generación, el de nuestra sociedad, crezca a partir de esta herida insanable que nos rompió los corazones en pedazos y nos cambió la vida para siempre, a todos. Ojalá hubiera escuchado tantas opiniones compasivas como las que vengo leyendo en los últimos días. Hace unos años solo estaba a la luz el enojo, la bronca, la angustia y el odio. Un odio tan puro y tan entendible como venenoso. Las almas libres ahora están en manos de una fuerza mayor, disfrutando el privilegio de su siguiente oportunidad. No tengo la menor duda.

Omar Chabán 31/03/19521 - 17-11-2014